miércoles, 8 de abril de 2015

El Bocinazo

Título: El Bocinazo - Autor: Manuel Barón - Año: 2012

EL BOCINAZO 

La obra titulada "El Bocinazo" muestra una representación gráfica en secuencia del líder popular Jorge Eliecer Gaitán, en el acto de lanzar un Tejo. A través de un lenguaje visual sintético, se le relata no solo como político, sino como un hombre del pueblo que comparte sus costumbres y juegos tradicionales como lo es el Tejo deporte nacional ancestral de origen Chibcha.
El gesto de Gaitán lanzando el Tejo no es casual: representa simbólicamente su vínculo profundo con las raíces populares colombianas. El Tejo, juego ancestral e identitario del país, se convierte aquí en metáfora del poder del pueblo, de la fuerza contenida en el acto de alzar la voz, de lanzar el grito: !!! A la Carga !!! como lo hacía el caudillo liberal.
Con su progresión desde el alzamiento hasta el impacto del Tejo - parece como si Gaitán estuviera celebrando alzando el brazo como si reventara mecha o hiciera bocín en la cancha de arcilla.
Al humanizar a Gaitán mediante una actividad lúdica y profundamente cultural, se reubica como figura accesible, como un líder que no está por encima del pueblo, sino formado por él y para él. Esta obra nos recuerda que la política, cuando nace de lo popular, lleva en sus gestos la memoria y la dignidad de una nación que lucha, que celebra, y que se expresa.
Además el titulo: "El Bocinazo" se relaciona con: "El Bogotazo" día histórico conocido por una serie de disturbios ocurridos en Bogotá como consecuencia del magnicidio del líder del partido liberal Jorge Eliecer Gaitán, ocurrido el 9 de abril de 1948.






"El Bocinazo" es una obra que resignifica la figura histórica de Jorge Eliecer Gaitán, no desde la solemnidad del mártir, sino desde la cercanía del pueblo. La pieza lo relata en plena acción: lanzando un Tejo, un juego tradicional profundamente arraigado en la cultura popular colombiana. En esta acción aparentemente simple, se condensa en una potente carga simbólica: el gesto del lanzamiento se covierte en un acto político, en una declaración de identidad.

Esta representación secuencial, de síntesis gráfica, traduce a Gaitán en un cuerpo activo, energético, conectado con su raíz popular. Cada cuadro de la serie capta el dinamismo de la escena, transformando el juego del Tejo en un acto de protesta, de afirmación y pertenencia.

La Elección del Tejo no es casual: como deporte ancestral de origen indígena, adoptado y reinterpretado por el pueblo, encarna la tradición, la resistencia y la alegría comunitaria. Al mostrar a Gaitán participando de este deporte nacional, la obra desafía las representaciones hegemónicas del poder, y lo devuelve al lugar que verdaderamente ocupó: el de un líder que no hablaba desde arriba, sino desde adentro del pueblo.

"El Bocinazo" no es simplemente una alusión lúdica; es una imagen que vibra con la memoria colectiva, que nos recuerda que los grandes gestos políticos también pueden nacer desde lo cotidiano, lo cultural y lo simbólicamente profundo.


Fragmento

El Álbum de la Familia Fonseca Gonzalez de 1940 -1960: su memoria visual y oral como registro de la vida cotidiana en Tunja.

Yo conocí al Doctor Jorge Eliécer Gaitán en 1945 cuando llegó a Tunja a hacer campaña, venía con la "Loca Margarita", la traía sobre el capó del carro, un carro negro, ella era familiar de los López. Era un hombre de uno con sesenta de estatura, delgado, de piel oscura pura cundiboyacense, piel de encachado de indio, ese era el Doctor Jorge Eliécer Gaitán. Él Jugaba mucho tejo en el campo Villamil, él jugaba mucho, y la casa nuestra en Bogotá quedaba en la misma manzana pero por el lado de la calle 68, porque por la calle 67 era el tejo, yo salía a mirarlo jugar, daba la vuelta; el propietario de las canchas se llamaba Don Jorge Villamil, la cancha existe todavía. Cuando llovía mucho me gustaba, como mi mamá tenía un depósito de papa ahí cerca, yo rompía un costal de los mas viejos en varios pedazos y lo envolvía en un papel y me iba para allá; entonces como él me caía tan bien yo le sacaba el tejo y se lo limpiaba con el pedazo de costal, me gustaba verlo levantar porque tenía un estilo muy bonito, muy elegante y me decía:  Chino déjeme hacer el ejercicio completo!, pero pocas veces, cuando estaba muy embarrado el tejo, si daba las gracias.


Texto: Fragmento tomado de:
Monografía: El Álbum de la Familia Fonseca Gonzalez de 1940 -1960: su memoria visual y oral como registro de la vida cotidiana en Tunja.
Orlando Fonseca Bohórques 
UPTC Licenciatura en Artes Plásticas. 2006

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